Ragazzo solo

Llevo unos días con fragmentos de "Rayuela" aleteando de vez en cuando a mi alrededor.
¿Tenéis a alguien con quien compartís el azar?¿Alguien con quien os encontráis una y otra vez en los sitios más inverosímiles, cuando sólo estáis de paso? ¿Alguien que te cala hasta los huesos aunque intentes evitarlo? 
Yo lo tuve, hace muchos años y por largo tiempo...  

 "Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos." (Rayuela)

Después de diez años de desencuentro y ausencia, hace cuatro días y con veinte años más, elegí cambiar mi ruta, girar por otra calle en una ciudad en la que no vivo y parar unos segundos para buscar un teléfono en el movil, andar unos metros y allí, caminando hacia mí, mi alguien apareció.

"No podía ser que la Maga decidiera doblar en esa esquina de la rue de Vaugirard exactamente en el momento en el que él, cinco cuadras más abajo, renunciaba a subir por la rue de Buci y se orientaba hacia la rue Monsieur le Prince sin razón alguna, dejándose llevar hasta distinguirla de golpe, parada delante de una vidriera, absorta en la contemplación de un mono embalsamado"
Rayuela (capítulo 6)

O mejor debería decir desapareció...  

¿Qué queda cuando ese azar mágicamente se produce de nuevo pero ya no reconoces al otro o el otro no quiere reconocerte? 
Queda un desencuentro y un algo de tristeza
Quedan ganas de comprender y, aún comprendiendo, quedan ganas de dar una palmada y que alguien despierte... o arrojar un grito y que se rompa el hielo. 
Quedan ganas de mirar a los ojos, tu mano en mi mano, y sentir que ahí dentro todavía estás tú.
Pero queda, finalmente, solo un adiós sabiendo que yo soy un idioma que tu ya no entiendes y ahora, sí que sí, aquel poema "Revelación" de "Babel Bárbara" :

Soñé que el viento me empujaba
en la noche de piedra
(piedra la calla
las fuentes de piedra
y el firmamento)

De modo que a pesar de mi esfuerzo
siempre me encontraba en el mismo lugar
Al volver la cabeza te ví
tu también luchabas contra el viento
pero íbamos en direcciones contrarias
De modo que eramos como dos niños locos
en sus jaulas de viento
inmensamente solos
dos barcos opuestos
en la tempestad:
Uno hacia Oriente
Otro hacia Occidente 
(Cristina Peri Rossi)

Con la diferencia de que yo ya no me encuentro en el mismo lugar ni estoy en lucha con el viento
Quedan las ganas, si el destino nos regala un próximo encuentro, de preguntarte con ternura ¿Qué te pasa?


2 comentarios:

  1. Cuanto tiempo esperandote! Me ha encantado.
    Queda la posibilidad de un próximo encuentro en manos del destino, el universo, la causalidad, la casualidad...
    Gracias por deleitarme en esta mañana fresca y lluviosa que suena a despedidad de verano.
    Lola

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  2. guauuuu!!
    qué maravilla leerte Carolina...!!
    me encanta!!
    un abrazooo!

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